• Los investigadores del CEAZA realizaron un segundo análisis del estado de conservación del Santuario de Naturaleza Laguna Conchalí, resguardado por Minera Los Pelambres. 

El proyecto “Caracterización de la Red de Humedales Costeros de la Región de Coquimbo” tiene como objetivo evaluar diferentes aspectos de cada humedal presente en la región; como el nivel de intervención antrópica y la biodiversidad, pues cada cuerpo de agua tiene características y aspectos diferentes, de acuerdo a su ubicación geográfica.

 “Hay humedales muy urbanizados que soportan varias aves y otros que tienen pocas, entonces estamos viendo qué pasa. Viendo también qué trabajos se han hecho, ya sean proyectos educativos, agrupaciones socioculturales y socioambientales que estén trabajando en humedales, en levantamiento de información relativa a la gestión, biodiversidad, al ámbito más social, es un levantamiento bien completo”, explicó Adrián Sanhueza, investigador del proyecto e Ingeniero Civil Bioquímico y Magíster en Ecología.

 La caracterización, que se prolongará por dos años, analizará principalmente el agua y el flujo de carbono a partir de una campaña por cada estación del año, que les permitirá observar cambios en la calidad y cantidad del agua, así como también comparar actividades que se produjeran en una u otra estación.

 “Estamos haciendo análisis de diferentes parámetros fisicoquímicos con la zona multiparámetro, también estamos haciendo algunos ensayos de laboratorio y, adicionalmente, pensamos hacer análisis de muestras fecales en los humedales que son más urbanos”, señaló el investigador. Esto, debido a que algunos cuerpos de agua con intervención antrópica, es decir, que tienen actividad humana a su alrededor, presentan niveles de desechos y/o residuos que no son tratados, por lo que son desviados directamente hacia los humedales.

 Respecto de los flujos de carbono, se definirá con un analizador de gases cuánto CO2 están absorbiendo las plantas y cuánto carbón se está liberando al ambiente.

 En el caso del humedal Laguna Conchalí, en esta segunda visita se puede concluir de manera preliminar que: “Lo primero que llama la atención es que hay muchas aves, entonces eso siempre es un indicador de que están las condiciones básicas para que las aves puedan vivir ahí”, afirmó el investigador. Y agregó: “Ahora estamos viviendo una gripe aviar entonces, en algunos humedales de la región, uno al pasear puede encontrar muchas aves muertas en el camino o en la playa. Aquí eso no pasó, así que son buenos indicativos de que las aves están saludables, tienen un lugar donde descansar, comer, eso es muy bueno, es un aspecto positivo”.

 EL IMPORTANTE COMPROMISO DE MINERA LOS PELAMBRES CON LA PRESERVACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

 Durante décadas Laguna Conchalí fue un atractivo turístico para la población habitante y flotante de la comuna de Los Vilos. Las personas se acercaban en familia a disfrutar de este humedal de origen albuférico, realizando actividades como la pesca, el nado, picnic, camping e incluso fue utilizado como vertedero clandestino. Lamentablemente, este tipo de intervención humana provocó la extinción del ecosistema.

 En el año 1997 la Compañía Minera Los Pelambres adquirió la administración de este cuerpo de agua salobre, que en ese entonces era solo una laguna. Después de tres años de limpieza en el que se retiraron más de 5,5 toneladas de basura, se logró recuperar el ecosistema del humedal, lo que dio paso para ser declarado Santuario de la Naturaleza en el año 2000. Posteriormente, en el año 2004, alcanzó la categoría de Sitio Ramsar, siendo reconocido internacionalmente como uno de los humedales más importantes del mundo, principalmente por tratarse de un lugar invaluable en la ruta de las aves migratorias.

 Considerando todos los monitoreos anuales realizados desde el año 1997, se observa que la riqueza de especies de aves ha oscilado entre valores mínimos de 38 especies y máximos de 70 especies, llegando a un total acumulado de 119 especies (101 residentes habituales y 18 migratorias).

 Actualmente, Laguna Conchalí posee un alto valor ecológico por ser representativa entre los humedales costeros de la zona mediterránea de Chile central y está protegido por nuestras leyes bajo la institución del Consejo de Monumentos Nacionales, lo que significa que en él no se pueden realizar trabajos de construcción o excavación, actividades como pesca, caza, explotación rural, o cualquier otra actividad que pudiera alterar su estado natural.

 “Creo que es súper positivo el hecho de que tenga este resguardo. Humedales que no lo tienen sufren, principalmente, tres amenazas que son bien comunes: los perros, eso elimina por completo la posibilidad de un descanso para las aves; también protege de que gente vaya a botar basura (lamentablemente muchos de los humedales a los que hemos ido tienen zonas que se utilizan como mini vertederos); y también el hecho de que sea un Santuario lo protege de la exposición inmobiliaria. Además, el efecto del cercado se nota. Acá se puede disfrutar visualmente, pero sin intervenir, eso creo que es muy bueno”.

 La investigadora, Bióloga y estudiante de Doctorado en Ecología de Zonas Áridas, Rosa Ramírez, destacó: “Personalmente, los felicito por tener la reja. Está súper bien diseñada, porque también como abajo tiene esta cuadrilla no entran perros asilvestrados, entonces no van a cazar los nidos de las aves ni nada. Eso es súper bueno para el humedal”.

 “Agradecemos mucho que hayan dado acceso a la comunidad científica, porque así nos permite completar toda la información de la región y a ustedes también les sirve como seguro, de saber cómo les está yendo con su trabajo de cuidar este lugar”, concluyeron los investigadores.

 Si quieres conocer más sobre este importante ecosistema presente en la Región de Coquimbo, puedes visitar el sitio www.centrocala.cl o comunicarte al +56956020690 para agendar una visita guiada. También te invitamos a seguir la cuenta de Instagram @centrocala donde encontrarás más datos interesantes de este hermoso lugar.